miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Cómo evolucionar sin tropezar a los demás? ¿Cómo evolucionar todos juntos?, ¿existe conocimiento colectivo?

Las metáforas a veces nos ayudan para hacer símiles que permiten comprender situaciones que explicándose por si misma sin referencia suelen ser difíciles de entender, muchos utilizan el béisbol como referencia para elaborar metáforas, por ejemplo: estaba en 3 y 2 con el jefe pero se la pude batear, esto alude a que ha ganado probablemente algún debate que estaba complicado.


Las expresiones orales que usamos para explicar e incluso para definir cosas son a veces mal comprendidas pues se necesita que ambos interlocutores estén manejando la misma codificación de lenguaje, que comprendan el hecho del cual se habla para que así entiendan las inclusiones de ciertas expresiones.

Suele suceder mucho en el mundo femenino que ciertas veces las mujeres emplean metáforas que aluden a realidades previamente conversada tratando así de poder comentar una situación sin que terceros tengan que entender o intervenir.

Estas expresiones que insertamos en el lenguaje son parte de cómo apreciamos el entorno y los hechos que vivimos, saber cuando utilizarlas nos dará la oportunidad de reconocer en nosotros mismos cómo vemos las cosas, lo que indudablemente nos remite a como percibimos las cosas.

El énfasis en la percepción nos lleva a entender que la forma como miramos al mundo de esa misma manera aprenderemos, y este factor es la base para iniciar las transformaciones organizacionales, muchas personas creen que realizar determinada tarea por una cantidad de tiempo le da el derecho a decir que tiene experiencia suficiente sobre como para realizar la actividad en cuestión, no percatándose que puede tener esa cantidad de años haciendo la labor de manera errónea.

En el nuevo milenio se habla de la gestión del conocimiento y de la información como pilares de la nueva economía y que sin duda serán los factores llamados a ser los que le den ventaja comparativa a las organizaciones. Sin embargo, antes de iniciar la gestión del conocimiento tendría que realizarse a nivel organizacional una especie de lavado sobre los vicios que de nuestra percepción existe sobre las cosas que tenemos y vivimos, de que sirve manejar o gestionar un conocimiento que esté sesgado, que presenta fallas, que no admite reflexión.

Para alcanzar mejores resultados dentro de la organización se necesita introducir nuevas practicas como por ejemplo realizar reuniones de reflexión organizacional, no una reunión en donde se discute sobre como solucionar determinados problemas, si no que por el contrario tomar soluciones viejas ya implementadas y generar reflexión sobre las actuaciones encontradas, esto es lo que se conoce como epistemología corporativa u organizacional, otros le llaman epistemología gerencial, sin caer en como se define aquí la idea es reconocer que debe existir un especio para reflexionar como hemos generado la experiencia y el conocimiento para solucionar los problemas.

Este es el inicio de la gestión del conocimiento, una vez hablando con Antonio Leal el mencionaba que la experiencia tiene un tope, “no se le puede introducir más experiencia a la gente por lo tanto, se comprende que tengan cierta incapacidad para resolver determinados problemas”, haciendo un análisis de esto encontré que ciertamente no se le puede introducir más experiencia a las personas pero cuando la misma no es suficiente entonces hay que utilizar la iniciativa, la creatividad ya que empiezan a fundirse las ideas nuevas con el conocimiento que previamente se maneja, es este el nuevo paradigma que probablemente algunas personas lo estén haciendo sin ni siquiera percatarse de ello, es el principio de la generación y gestión del conocimiento, estudiar como se genera el mismo es parte de la epistemología corporativa.

Pero para gestionar este nuevo paradigma hay que comprender factores como: a) el ambiente de la organización; ¿es propicio para este tipo de prácticas?, ¿manejan los mismos supuestos que yo tengo?, estas y otras similares deben tener respuestas muy claras para reconocer si se pueden introducir tales formas de gestión en la organización, b) el grupo con el que interactuamos, ¿tienen intereses parecidos?, ¿hablan con el mismo código de lenguaje?, ¿son de diversas clases o pertenecen a un mismo grupo?, hay que estar claro de con quien compartimos.

Es por esto que se necesita comprender que los estudios en el área de ciencias administrativas o gerenciales están perdiendo de vista que todo es un continuación de estudios posteriores, hablar hoy en día de la gestión del conocimiento es tener claro, factores como la cultura, la comunicación, el clima y la motivación organizacional.

Thompson (1967) y Merton (1965) estudiaron cómo hacer más productiva a las organizaciones y encontraron que había un factor importante en las relaciones humanas y más recientemente Schein (1984) quien hablaba de la cultura en la organización como:

…El patrón de supuestos básicos que un grupo dado ha inventado, descubierto o desarrollado en el proceso de aprender a enfrentar sus problemas de adaptación externa e integración interna, y que han funcionado lo suficientemente bien como para ser considerados válidos y, en consecuencia, para ser enseñados a los nuevos miembros como una forma correcta de percibir, pensar y sentir con relación a esos problemas.

Estos últimos verbos (percibir, pensar y sentir) son los que deben considerarse para iniciar las reflexiones organizacionales. Para así romper paradigmas. Pero, como dice el amigo Albert Einstein: “Es más fácil romper un átomo que un paradigma” aunque también dijo: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”

No hay comentarios:

Publicar un comentario