miércoles, 12 de mayo de 2010

Gerencia Cuantica

Saludos a todos
Escribir a veces resulta difícil si se toma en cuenta que hay mucho que leer, como puede verse en el inicio del siglo XXI, las tecnologías de la información han permitido crear enormes bases de datos y así contener grandes cantidades de datos, con un poco de contexto podríamos decir que la cantidad de información se esta volviendo infinita, ahora bien ¿qué hacer con tanta información?, probablemente nada si no hay recursos suficientes para generar buenas practicas, en el marco de las sociedades de información y de conocimiento estamos siendo invadidos cada vez más de bloques gruesos de datos que no da tiempo para su reflexión y análisis.
Parece ser que esta surgiendo en este mismo orden de ideas "nuevas practicas" y entre estas esta la llamada gerencia cuántica, más concretamente la palabra cuántica ha dejado de ser usada sólo por físicos y ahora es moda que dicha palabra sea el apellido de algunas cosas, por ejemplo ya se habla de economía cuántica, socialismo cuántico, y claro esta gerencia cuántica.
Pero, ¿De qué se trata exactamente este fenómeno?, ¿es acaso otra moda más?, podría ser que el impacto genere más ingresos por concepto de pago de formación del tren gerencial en esto de la gerencia cuántica y por tal motivo hablar de gerencia cuántica sólo sea el deseo de unos por crear necesidades de formación, o podría decirse que estamos viendo un resurgir de un pensamiento distinto que divida la concepción con la cual se manejan las ciencias administrativas y así tener una historia sobre la gerencia y un new age de la misma.
A veces me asombro como aun en aulas de clases oigo hablar de Taylor, Fayol, Barnard, Ford, entre otros; como que si eso fuera algo trivial, como que si hoy en día las ideas desarrolladas por ellos tuvieran vigencia plena, no dudo que fundaron bases para acercarnos a conocer el mundo que dentro de lo laboral, empresarial, económico hemos creado, pero ya hemos evolucionado, estamos en otro momento o mejor dicho respiramos un espíritu de época que nos distancia de aquellos próceres.
Sugiero que en los colegios, y en las distintas instancias donde se imparten formación para gerentes se creara alguna cátedra con un nombre más o menos así: “Historia de la gerencia contemporánea”, creo sin duda que de esta manera didácticamente hablando podríamos empujar a las nuevas generaciones a reflexionar sobre lo que parece ser un vacío epistemológico.
Y parece ser que ese vacío esta siendo llenado con la palabra de moda que no es más ni menos que la cuántica, la cuántica o mejor dicho la física cuántica o la mecánica cuántica nos habla acerca de los movimientos que surgen a nivel muy pequeño, lo novedoso de este campo es que sus resultados nos han arrojado en vez de respuestas más dudas sobre nuestra existencia y nuestro ser.
Principalmente, por que dentro de la mecánica cuántica estudiar las partículas es una cosa de probabilidad, nos presenta una visión nublada o borrosa no hay una determinación, la observación es participativa y el sólo hecho de realizarla ya cambia todo.
Este principio de intervención esta reflejado en el ejercicio mental propuesto por Schrödinger, donde nos propone un sistema formado por una caja cerrada y opaca que contiene un gato, una botella de gas venenoso, una partícula radiactiva con un 50% de probabilidades de desintegrarse en un tiempo dado y un dispositivo tal que, si la partícula se desintegra, se rompe la botella y el gato muere.

Al depender todo el sistema del estado final de un único átomo que actúa según las leyes de la mecánica cuántica, tanto la partícula como la vida del gato estarán sometidas a ellas. De acuerdo a dichas leyes, el sistema gato-dispositivo no puede separarse en sus componentes originales (gato y dispositivo) a menos que se haga una medición sobre el sistema.

Con lo anterior, parece ser que el mismo método científico esta en cuestionamiento y por lo tanto, todo el conocimiento científico derivado de él, aquel método propuesto en sus cimientos por descartes parece estar recibiendo un duro golpe, ya que para entender un fenómeno la mecánica cuántica esta diciendo que no es el análisis en sus partes y luego la síntesis lo que hay que hacer sino que hay que analizar el sistema en su conjunto de un todo.

Puesto que observar la realidad según nuestra tradición occidental no modifica la realidad, esto es que la realidad es una cosa que es ajena al que la mira, entonces la idea recibida por la experiencia de trabajo en la mecánica cuántica afirma algo que ya la filosofía oriental maneja incluso desde siglos IV ó V a.c., por ejemplo: En los textos taoístas (como en otras filosofías orientales) se percibe una forma de afrontar la realidad que es subjetiva: la “realidad” es lo que percibo, es mi realidad. No sólo eso: los filósofos taoístas son conscientes de que no podemos conocer ni comprender el Universo en su totalidad, porque somos parte de él. Tratar de conocer el Universo completamente es, para ellos, como saber de qué color está pintado un barril cuando estás dentro del barril.

El mismo concepto de tiempo se pone en entredicho. Por ejemplo, en un texto Zen (que es el budismo influenciado por el taoísmo) de Dogen dice:

La mayoría cree que el tiempo pasa, sin embargo el hecho real es que permanece donde está. Esa idea de “pasar” puede llamarse tiempo, pero es una idea incorrecta, puesto que al verla nosotros, necesariamente, siempre pasando, no es posible comprender que permanece en el mismo lugar.

Es decir, la filosofía taoísta no separa observador y observado, ni considera la realidad como algo separado del que la percibe, justo al contrario de la occidental durante siglos…hasta que llega un momento crucial, en el que nuestra concepción de realidad cambia hasta hacerse sorprendentemente parecida al de estos filósofos de mente extraña para nosotros: cuando la física relativista y, sobre todo, la cuántica, nos hacen darnos cuenta de que la realidad no es lo que pensábamos.

De lo anterior se deduce que estamos entrando en una reflexión sobre la practica que hay para hacer o crear conocimiento, pero como hablar de eso sería muy complejo mejor me remito a como se está creando conocimiento y practica en las empresas, la primera aproximación es que parece ser que las actividades y las tareas que se realizan en las empresas están dictaminadas o dirigidas por el mercado, que es lo que la gente quiere y compra es lo que debe hacerse y crearse. Aunque ahora la idea de un consumidor que participa es ilusa, las empresas usan su potencial publicitario para impactar en el gusto y por lo tanto imponer la moda y lo que se compra, pero esto es otra historia.

Otra aproximación es la inversión cuanto quiere y espera ganar alguien y lo que hay que hacer para llegar a eso, las dos consideraciones anteriores han llevado a la noción de productividad, si se revisan todas las practicas gerenciales desde 1900 hasta la actualidad como: el empowerment, el outsourcing, just in time, teoría X, Y, Z, la teorías de las relaciones humanas, el balanced scored card, y pare usted de contar el factor común de todas, absolutamente todas es la búsqueda de la productividad, esto ha hecho que entremos en pensamientos y sentimientos sobre que hay algo, que no se sabe que es pero que debe existir y esta por encima del solo hecho de buscar ser más productivos.

Actualmente los gerentes son encargados de buscar la mejor productividad y por lo tanto desde las escuelas de negocio, universidades, pasando por las medianas y grandes empresas hasta llegar al gobierno las investigaciones parecieran que buscan descubrir la formula de cómo hacer dinero a través de practicas diversas que dicen cuidar el ambiente, cuidar el tiempo y la salud del trabajador, etc, etc, etc.

La gerencia cuántica esta naciendo como resultado de una búsqueda más allá de la simple productividad, todavía no se ha generado modelos empresariales cuánticos, aunque no va a pasar mucho tiempo para que lleguen pues ya están creando las computadoras cuánticas, la gerencia cuántica se esta ubicando en un plano donde es la reflexión de los individuos la que guía al ser mejor ser, y esto es posible por que esta claro que el actual modelo de pensamiento y acción esta dejando serios inconvenientes sobre todo medioambientales.

La gerencia cuántica es por tanto una nueva práctica que utilizando principios de la mecánica cuántica intenta comprender mejor el resultado de las acciones que se toman esta última parte es la más difícil de asimilar, repito: comprender mejor el resultado de las acciones que se toman.

Vamos al ejemplo para ver como se aplica esto, se tiene un dólar y supongamos que el dólar sirve para pagar el sueldo de un trabajador y sirve para pagar a un proveedor de servicios, hasta que el gerente no interviene se puede decir que hay dinero para pagar ambas, pero cuando el gerente toma una decisión entonces la realidad del trabajador y del proveedor van a cambiar, y esto es parte de la cuántica, la realidad esta llena de probabilidades y posibilidades nuestra intervención y acción la modifica, algunos al leer esto dirán bueno siempre ha sido así no veo lo novedoso, y es precisamente el reconocer la acción es lo novedoso no el acto sino la conciencia de el, no es un método para tomar mejor una decisión, no es una mejor manera de administrar el dinero, es la conciencia que todo genera, si usted se queda analizando el ejemplo entrará en el detalle y podrá concluir que puede haber alternativas como: ninguno de los dos recibe pago o los dos reciben la mitad del dólar, pero no es el hecho de resolver el ejemplo es el hecho de la existencia del ejemplo. Darnos cuenta de las posibilidades de la realidad y que estas se configuran con nuestros pensamientos hacen pensar que todo es posible, si esta premisa es cierta que de hecho hasta ahora parece ser que si, entonces podríamos modificar el paradigma que regula nuestra acción gerencial por aquella que nos parece ideal.

Así llegamos a la pregunta del titulo de este ensayo, si los descubrimientos de la mecánica cuántica nos dicen que estamos ante un mundo llenos de posibilidades, ¿qué es lo que sucede entonces en los otros campos de la ciencia?, pues parece que estamos en atraso, en un letargo como que no existe nuevas corrientes que alimenten la creación de nuevos saberes y de nuevas practicas que no se queden en lo repetitivo de conseguir una mejor productividad, hasta ahora mi apreciación es que estamos en una etapa donde las ciencias sociales, están tomando parte de algunos postulados de las ciencias naturales para poder avanzar en la creación de nuevos modelos que expliquen mejor los hechos que en estas se dan, pareciera que estamos en una nueva versión del positivismo, esto nos sirve para reconfigurar las bases que han estado conformando las actividades y practicas gerenciales y así filosofar sobre ellas.

Más sin embargo, por otra parte, se evidencia que la practica necesita romper la inercia de lo viejo, de lo que se hace para alcanzar un resultado distinto, hasta ahora la mecánica cuántica dice que debemos reconocer nuestra verdadera identidad, nuestra conexión energética, que somos parte de un todo que lo que modificamos luego impacta en otro lado, es decir, tiene repercusiones, al respecto de esto por allá por los años 20 y 30 entre Niels Bohr y Albert Einstein se suscitaron unos debates entre la consideración por un lado ambigua de la realidad (Bohr) y por otra una muy deterministica (Einstein).

El hecho es el siguiente, Einstein publicó un artículo junto con Boris Podolski y Nathan Rosen, el argumento EPR, que demostraba que una teoría cuántica debía ser no local, es decir, todo está relacionado instantáneamente. El argumento, a grandes rasgos, era el siguiente:

Si tengo dos fotones que se encuentran en estados cuánticos entrelazados (es decir, no es posible saber cuál es el estado del primero sin saber el del segundo) y los llevo a lugares diferentes, medir el estado del primer fotón necesariamente determina cuál es el estado del segundo. Supongamos que el primer fotón puede estar en el estado A o el estado B, y el segundo fotón necesariamente está en el estado contrario.

Entonces, si en un momento dado mido el estado del primer fotón y resulta ser B, instantáneamente el estado del segundo se convierte en A. Si suponemos que los estados de los fotones eran fijos y estaban determinados desde el principio, pero que no podíamos conocerlos porque la teoría cuántica es incompleta (como afirmaba Einstein), no hay problema: no hay nada que se haya transmitido de un fotón al otro instantáneamente; simplemente, no sabíamos el estado y ahora sí, pero el estado era el mismo.

Pero si el estado del fotón, como afirma la “realidad cuántica”, realmente se convierte en el estado B, eso quiere decir que hay “algo” que viaja desde el primer fotón al segundo de forma instantánea. En palabras de Einstein, una “acción fantasmal a distancia” que haría que la realidad no fuera local: es decir, que las cosas afectaran a otras cosas instantáneamente, de modo que la única manera de “ver” el Universo como es sería verlo en su totalidad, no sólo una parte, porque cualquier parte del Universo puede afectar a cualquier otra parte de forma instantánea, lo cual era absolutamente inaceptable para él.

Los experimentos realizados desde entonces han demostrado que la “acción fantasmal a distancia” existe realmente, por lo tanto, sólo se pueden argumentar dos cosas, la primera no se ha avanzado más y estamos en un estado incompleto de la teoría tal y como lo afirma Einstein o por el contrario, la conexión de energía de todas las cosas es tal que nuestros sentidos no pueden siquiera imaginarlo.

Si resulta que todo esta conectado de una forma invisible que no reconocemos, es en palabras más concretas la ventana para evolucionar hacia un nuevo orden mundial del pensamiento de la acción humana, la necesidad de entender la relación que tenemos con el resto y así ser mejores economistas, políticos, sociólogos, tecnólogos, educadores, sicólogos, biólogos, químicos, y un largo etc., pues nuestras actividades no irían buscando la productividad inmediata del dinero, sino un mejor uso de la energía que nos conecta para preservar nuestra propia existencia en primer lugar y en segundo término para evolucionar aun más hacia un estado de completo bienestar físico, biológico, económico, emocional, social, en otras palabras en un bienestar cósmico.

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